sábado, 8 de septiembre de 2012

BAJO LA LUZ DE LA LUNA. CAPÍTULO 12.

Abrí los ojos lentamente. Inmediatamente me di cuenta de que no estaba en mi habitación de hotel de las noches anteriores. La cama en la que me encontraba tumbada era bastante cómoda, pero los nervios de no saber dónde estaba me impidieron disfrutarla por más tiempo. Me levanté intentando no hacer ruido. Estaba descalza, vi mis zapatos al lado de la cama. Pero el suelo estaba cálido. Había una puerta que daba a una terraza, y estaba abierta. Por ahí entraba la suave luz de la luna. Salí, y miré la calle desde el balcón. Me resultaba familiar lo que veía. Y entonces recordé que aquella tarde había estado allí. Se trataba del hotel donde se alojaba River. Había otra puerta en la terraza, y estaba también abierta. Allí se encontraba River, durmiendo en un sofá. Me puse de rodillas, y le di un suave beso en la mejilla.
-¿Cristina?- se acababa de despertar.
-¿Me puedes explicar que hago aquí?- le pregunté riendo.
Se sentó, y con un movimiento de cabeza me indicó que me pusiera a su lado. Rápidamente me acomodé en aquel mullido sofá.
-Verás...- empezó a explicarse.- Cuando viste a la directora de tu instituto te desmayaste. Ella no quería que te vieran tus compañeros para que no hubiera un ataque de nerviosismo o algo así. Aunque creo que el ataque lo tuvo ella. Yo le dije que podía traerte aquí, y Lucy me ayudó a convencerla. Pero con la condición de que mañana estés allí lo más pronto que puedas.
-Interesante historia- la verdad es que no le había prestado mucha atención.- Vamos, ven conmigo.
Tiré de su brazo, mientras corría hacia la terraza.
-¿No crees que aquí estaremos más cómodos?- le sonreí.
Nos sentamos en el suelo, uno junto al otro.
-Mañana voy a un estudio de grabación, y me encantaría que vinieras. Si te dejaran, claro.- al mirarme, me perdí en sus ojos azules una vez más. Esta vez sin nervios. Me dio un suave beso en los labios, pero ahora ya no noté ninguna tensión, como en las veces anteriores.
Estuvimos charlando bajo la luz de la luna sin preocuparnos lo que podría pasar al día siguiente.
-Me encantan tus ojos, ¿sabes? Azules, como los de Ringo Starr.
-Será el único parecido que tenga con él.- me contestó riendo.
-Bueno, yo creo que te pareces más al actor River Phoenix. ¿Tus padres te llamaron como él adrede?
-Puede que me llamaran así por el actor, o simplemente porque eran hippies.- entonces fui yo la que empezó a reírse.
-Claro, y escogieron "River" por tus ojos. Azules como el agua de un río.- Después de que terminaran nuestras risas, River miró su reloj.
-Cristina, creo que deberías acostarte ya si mañana quieres estar viva. Tienes que estar en... ¿cómo se llamaba el hotel donde te alojabas?
-Se llama "Moon Hotel". Y ya sé que tengo que estar allí temprano, pero me lo estaba pasando tan bien...- me levanté y le di un beso en la mejilla antes de entrar al dormitorio.- Buenas noches.


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